Mucha gente opina que no hay nada bueno para que festejar este bicentenario, yo creo que no, que debemos festejar este inicio de la guerra de independencia por una sola y sencilla razón, es momento de iniciar nuestra revolución por un país mejor.
Comencemos a querer este país lleno de diversidad, aprendamos a cuidar, respetar y conservar nuestras culturas indígenas, no hay porque tratarlos de manera diferente, son mexicanos igual que nosotros, es más ellos son más mexicanos, conquistaron y echaron raíces en estas tierras mucho antes que nosotros, debemos sentirnos orgullosos de nuestras lenguas, tradiciones y literatura indígena.
Comencemos a respetar, a leer y entender constituciones, códigos, leyes, etc, solamente así saldremos adelante, olvídense de la apatía y de querernos hacernos siempre las victimas de los políticos, Hidalgo lo hizo y miren lo que nos ayudo a conseguir.
Comencemos a prepararnos, a estudiar, a dejar de escudarnos en el “soy pobre, jamás podre salir adelante y el gobierno no me ayuda”, tonterías, Benito Juárez nunca espero sentado a que el gobierno le arreglara la vida, huérfano y pastor, llego a ser presidente, igualmente Porfirio Díaz, lucharon contra los obstáculos y no esperaron a que los demás los ayudaran.
Comencemos por actuar, dejar de mentarle la madre al gobierno y ponernos a trabajar para que en verdad cumplan con nuestras necesidades y deseos, son mis empleados y les tenemos miedo, reunámonos, presionemos para que el corrupto sea eliminado de los puestos burocráticos y lo más importante de todos es que dejemos de ser corruptos, el día que cambiemos México cambiara.
Comencemos por ser responsables, debemos aprender que nosotros somos responsables del país, ahora y para el mañana, debemos ser consientes que las decisiones que tomemos, buenas o malas, marcaran el destino del país.
Comencemos por dejar de repetir la mala historia y reescribamos una nueva, llena de buenas noticias y de unión.
Así que ustedes deciden, quieren un México mejor o quieren seguirse quejando y no hacer nada propositivo, al menos yo, quiero construir un México nuevo, que comienza, casi igual, como hace 200 años.
¡Viva México!
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