¡Ya lo había olvidado!

Ayer salí, si salí, con algunos problemas y con un montón de “apoyos” mi pelotita, las llaves y hasta un libro para tener mi mente libre de cualquier mal pensamiento y hasta enpastillado para poder soportar el viajecito hasta la Roma Sur.

Tarde en armarme de valor y vámonos, me di cuenta de una cosa, que es verdad que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, yo era una persona normal, una vida aburrida, sin mucha importancia pero que disfrutaba salir y dar una vuelta por la ciudad, especialmente el Centro y que de un día para otro no puede salir más, si, así de simple y sencillo me daba pánico salir hasta a la esquina de mi casa y aun no tengo ni la más mínima idea de porque demonios me sucedió eso.

Pero ayer y ver de nuevo la ciudad me sentí más tranquilo, con ganas de caminar y descubrir de nuevo la ciudad que en estos 4 ó 5 años ha cambiado y bastante y volví a sentir… felicidad, algo que no me pasaba hace mucho tiempo, me sentía bien, bien conmigo mismo, con ganas de hacer miles de cosas, de caminar, de correr, de gritar, de bailar, de sentirme vivo de nuevo y ahora que lo pienso ¿no habrá sido el clonazepam?, pero en realidad no lo se, pero lo que ahora quiero…

Quiero sentirme bien, quiero vivir, quiero realizar todos mis sueños y sobre todo quiero sentirme feliz otra vez.

Imagen: Teseum @ Flickr