viernes, 3 de diciembre de 2010

Que comience el espíritu navideño!

Hace dos años como que el espíritu navideño se escapo corriendo y no había regresado, pero este año, ¡zaz, culebra! ya me encontró.

Y es que a mi me chifla todo lo que tenga que ver con la navidad, tenemos en la casa casi toda la colección de artículos navideños de la Coca y aunque ya no hay espacio para acomodar todo pues a ver como nos queda la decoración este año.

Si, ya se que es la mercadotecnia y eso de lavarte el cerebro para que gastes hasta lo que no tienes para saciar el hambre de dinero de las grandes tiendas, pero que le puedo hacer, me encanta la navidad, todo es luz y color –como soy cursi- y buenos deseos, o eso parece.

Estoy esperando que comience la matiné de películas navideñas, que a fin de cuentas es el Cuento de Navidad  de Dickens en sus 3 215 458 versiones o una de las que más me gusta, El Expreso Polar, o espero que este año pueda ver Los Fantasmas de Scrooge. Además ya tengo una colección como de 3 500 canciones navideñas en la computadora, así que estoy más preparado que nunca!

Bueno, fuera de tanta cursilería, si me gusta la navidad por ser la época en la que la familia se unía, y aunque estos años las familia seamos sólo nosotros 4, creo nos basta y nos sobra, y ya lo había dicho, por qué no crear las nuevas tradiciones y aprovechar lo que hoy tenemos.

Y a pesar de mis ataques de ansiedad, que en estos tiempos han comenzado de nuevo, prefiero mantenerme de buen animo y no pensar en lo que me hace daño.

Qué más se puede pedir, estoy en terapia, me siento de mejor animo y quiero que el año entrante sea muchísimo mejor que los anteriores.

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